El Gobierno Nacional lanzó un comunicado impactante sobre el estado del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), revelando un panorama marcado por recetas fraudulentas, gastos políticos excesivos y un preocupante déficit financiero. En una conferencia de prensa liderada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, se detalló una serie de recortes aplicados desde el cambio de gestión el pasado diciembre, con el objetivo de evitar una situación financiera desastrosa que, según las autoridades, estaba al borde de concretarse para mayo.
Adorni destacó el despilfarro y la negligencia de la administración anterior en el PAMI, señalando que se han recortado alrededor de 90 mil millones de pesos en gastos políticos y otros rubros considerados innecesarios o derivados de la ineficiencia. Entre las medidas implementadas se encuentra la eliminación del 75% de las secretarías, el 33% de las gerencias y subgerencias, así como la totalidad de las coordinaciones locales.
Según un informe, el déficit del PAMI se incrementó significativamente en los últimos meses, pasando de 6 mil millones de pesos en marzo del año pasado a 92 mil millones en noviembre. Entre las irregularidades detectadas se encuentra la venta de recetas falsas por parte de algunos profesionales, así como un hackeo informático que comprometió la seguridad de los datos personales de más de 5 millones de personas.
La dirección ejecutiva del PAMI confirmó la grave situación financiera del organismo, advirtiendo que de no haberse tomado medidas inmediatas, la obra social habría enfrentado una debacle financiera con consecuencias para las prestaciones brindadas a sus afiliados. Estas medidas incluyen una revisión exhaustiva de los procesos internos para garantizar la estabilidad financiera y la continuidad de los servicios esenciales.