En la era de la información, el fenómeno de la creencia en una Tierra plana se ha convertido en un capítulo peculiar, pero persistente. Un reciente estudio realizado por el economista José Arroyo-Barrigüete, de la Universidad Pontificia Comillas, arrojó resultados asombrosos: el 17% de los encuestados, compuestos por estudiantes universitarios y profesionales de altos ingresos, expresaron su escepticismo respecto a la forma esférica de nuestro planeta.

Este movimiento, aunque minoritario, ha ganado notoriedad en la era de las redes sociales, coexistiendo con las fake news y otros fenómenos digitales. La pregunta que surge es: ¿Cómo hemos llegado a este punto, más de dos milenios después de que la astronomía griega pareciera haber zanjado todas las especulaciones posibles?

El efecto Dunning-Kruger, un sesgo cognitivo fascinante, parece ser la clave para entender la paradoja de estos creyentes en la planitud terrestre. Este fenómeno psicológico revela que aquellos con menos conocimientos científicos son más propensos a sobreestimar sus habilidades y conocimientos. En otras palabras, cuanto menos sabemos sobre un tema, más confiados nos sentimos al hablar de ello.

El profesor Arroyo-Barrigüete destaca que este grupo de personas busca una sensación de singularidad al negar la esfericidad de la Tierra. La fantasía de ser los únicos escépticos “verdaderos”, decididos a no creer en nada que no puedan verificar personalmente, influye en su postura.

A pesar de sus creencias, la evidencia científica es concluyente. La curvatura terrestre es observable en fenómenos cotidianos, como la desaparición de un barco en el horizonte, primero el casco y luego el mástil. Los vuelos transatlánticos ofrecen una perspectiva directa de la curvatura, mientras que los eclipses lunares proyectan la sombra redonda de la Tierra sobre la Luna.

Para aquellos que aún dudan, una obviedad final debería disipar cualquier confusión: si la Tierra fuera un plano, la noche no existiría, ya que la esfera que habitamos rota, ocultando el Sol al final del día. La ciencia, respaldada por evidencia tangible, nos invita a desafiar estas creencias y abrazar el conocimiento que nos ofrece el mundo que habitamos.

Para cerrar este artículo te compartimos los 5 fundamentos de Sociedad de Terraplanistas

1. Horizonte y curvatura.

Los terraplanistas aseguran que no hay una curvatura visible en el horizonte y que ni siquiera se aprecia desde las alturas. “Tenemos testimonios de pilotos de avión que dicen que no se puede ver ninguna curvatura (…) Se ha sugerido que las ventanillas de estas naves distorsionan la vista de los pasajeros y les hacen creer que ven una curvatura”, asegura la Flat Earth Society. Explican que el horizonte siempre se eleva para alcanzar el nivel de los ojos, lo que sería imposible si la Tierra fuera esférica.

2. Teoría de la gravedad

Para quienes sostienen que la tierra es plana, las afirmaciones de Isaac Newton sobre la interacción gravitatoria entre los cuerpos con masa es absolutamente falsa (y no ahondemos en su opinión sobre la curvatura del espacio-tiempo, con la que Albert Einstein explicó el funcionamiento de el universo entero…).

En relación con la gravedad, los terraplanistas observaron las superficies de agua en el planeta y destacaron su llamativa nivelación. Así, aseguran que si la Tierra fuera un globo esa nivelación de los mares sería imposible.

3. Conspiración mundial

Hay imágenes, lo admiten, pero no se vio nunca a la Tierra girando desde el espacio, dicen ellos, por lo que no existe evidencia real de que la Tierra sea redonda. Deducen que no se puede confiar en la evidencia científica de organismos como la NASA, que podrían mentir fácilmente, y que los astronautas, siguiendo el mismo razonamiento, podrían haber sido sobornados, o incluso, engañados por terceros. Para los terraplanistas tampoco son reales los satélites.

4. Los ciclos terrestres

Pero, ¿y el día y la noche? ¿Y las estaciones? Según los terrplanistas, el radio de la órbita del sol respecto del eje de la Tierra (que ellos postulan) varía a lo largo del año: es más chico cuando es verano en el anillo norte, y más grande cuando es verano en el anillo sur. Además, el sol sube y baja, es decir, se mueve dibujando un “ocho” a lo largo del año. En cuanto a los ciclos diarios, aseguran que el sol simplemente ilumina una porción de la tierra por vez.

5. Semejanza geométrica

En contra del terraplanismo, muchos argumentaron que no tiene sentido afirmar la existencia de un único planeta plano, acaso invocando una ilusión de cierta armonía universal. Pero en la International Flat Earth Society responden a su modo, con un argumento que también habla de ellos mismos, los terraplanistas: “Esto traiciona una falacia lógica. Karl Popper lo relató así: puedes pasar toda tu vida viendo solo gansos grises. Esto te llevaría a asumir que solo había gansos grises. Por supuesto que al día siguiente puedes levantarte y ver un ganso blanco. La Tierra, en esta analogía, es el ganso blanco”.