En una audiencia clave realizada tras el ataque intimidatorio contra la familia del futbolista Ángel Di María, la justicia dictaminó prisión preventiva para los responsables del incidente. Pablo Ezequiel Acotto y Belén Gutiérrez, identificados como los autores de las amenazas, permanecerán bajo custodia mientras se desarrolla la investigación. El ataque, ocurrido en las primeras horas del 25 de marzo en el barrio privado Miraflores, cercano a Rosario, generó conmoción en la comunidad.

La audiencia, que tuvo lugar a las 14 horas, culminó después de dos horas de deliberación con la decisión de mantener a ambos acusados tras las rejas. Además, se ordenó la apertura de sus teléfonos celulares como parte de la evidencia. En un giro revelador, se descubrió que Acotto y Gutiérrez habían sido contratados por una suma de cuatro millones de pesos argentinos para llevar a cabo las amenazas contra la familia de Di María.

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Durante el arresto de Acotto, se encontraron varios elementos en su posesión, incluyendo dos teléfonos celulares y una cantidad significativa de efectivo. Además, en su domicilio se halló una pistola, drogas, dispositivos electrónicos y otros objetos que podrían estar relacionados con actividades ilícitas.

Las autoridades vincularon las amenazas sufridas por Di María con actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico, específicamente con la banda conocida como Los Monos. Según el Ministerio de Seguridad, una banda asociada con Los Monos, liderada por una mujer identificada como Tamara, fue desmantelada en el marco de una amplia investigación sobre tráfico de drogas. Se afirma que esta banda contrató a Acotto para llevar a cabo las amenazas al futbolista.