El módulo japonés SLIM, diseñado para investigaciones en la Luna, ha sido puesto en reposo una vez más después de enfrentar desafíos inesperados durante su misión.

A pesar de haber sobrevivido a la helada y larga noche lunar, durante la cual las temperaturas pueden descender hasta los -133 ºC, el SLIM se encontró en una posición inclinada al aterrizar en enero, lo que resultó en que sus paneles fotovoltaicos no recibieran la luz solar necesaria para su funcionamiento.

A pesar de estos contratiempos, el módulo logró reactivarse brevemente y realizar observaciones científicas de un cráter lunar antes de volver a quedar inoperativo. La agencia espacial japonesa, JAXA, ha anunciado que intentará reactivar el SLIM nuevamente más adelante este mes, aprovechando la luz solar que volverá a finales de marzo. Este episodio resalta los desafíos técnicos y ambientales que enfrentan las misiones espaciales en entornos hostiles como la Luna.