En la última semana de abril, un estudio realizado por la consultora LCG indicó que los precios de diversos alimentos y bebidas mostraron una disminución en comparación con semanas anteriores. Este descenso se reflejó especialmente en productos como frutas, verduras, carnes y aceites. El informe señala una reducción del 1% en los valores al consumidor en las góndolas, lo que representa un cambio significativo en la dinámica de precios.

El Gobierno argentino, por su parte, busca mantener la desaceleración de la inflación, apostando a un índice de precios al consumidor (IPC) de un dígito para abril y evitando aumentos de tarifas en mayo. Esta estrategia busca consolidar una tendencia a la baja en los índices inflacionarios, luego de un marzo que registró un aumento del 11%.

El análisis de LCG detalla que la caída de precios abarcó la mayoría de los rubros de alimentos y bebidas, a excepción de los lácteos. Las frutas lideraron el retroceso con una disminución nominal del 6,8%, seguidas por verduras, carnes y aceites. Este panorama contrasta con el aumento del 1,9% en los precios de los lácteos.

A su vez, otros informes como el de C&T Asesores Económicos ofrecieron una perspectiva complementaria, señalando que la inflación en la región del Gran Buenos Aires (GBA) mostró un incremento mensual del 8,7% en abril, con una variación interanual del 298,1%. Sin embargo, se espera que a nivel nacional la inflación sea menor, en parte debido a la contención de los precios regulados.

El análisis de Eco Go reveló que el porcentaje de precios en alza  disminuyó significativamente en comparación con meses anteriores, lo que sugiere una posible estabilización en la dinámica inflacionaria. Aunque se estima que la inflación de abril podría oscilar entre el 8% y el 9%, la retroacción de los aumentos en las prepagas podría mitigar este impacto, situando la inflación en torno al 7%.