La Vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, reafirmó su postura en contra de la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de seguridad interna, destacando que su función no es combatir civiles. Sus declaraciones surgen en el contexto de un proyecto para modificar la ley de Seguridad Interior impulsado por los ministros de Seguridad y Defensa.

Durante una entrevista, Villarruel recordó que la historia argentina evidencia las consecuencias negativas de emplear las Fuerzas Armadas en conflictos internos, haciendo referencia a la época de los años 70. Enfatizó que, según el derecho, el narcotráfico es considerado un asunto civil, no militar, subrayando que quienes combatieron el terrorismo en esa época ahora están en prisión.

El debate sobre la función de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna se intensifica en medio del impulso para modificar la legislación vigente. Actualmente, la ley establece que los militares solo pueden actuar ante una declaración de sitio o ante un enemigo estatal externo. Villarruel enfatizó que esta restricción impide a los agentes del Estado luchar eficazmente contra el terrorismo dentro del país.

Además de sus comentarios sobre seguridad, la Vicepresidenta abordó la cuestión de los sueldos de los legisladores. Tras retrotraer aumentos salariales junto a otro funcionario, señaló la importancia de garantizar sueldos dignos para los legisladores, para evitar que solo los ricos, corruptos, narcotraficantes o aquellos con patrocinio puedan acceder al cargo.

Explicó que, aunque inicialmente creía que los aumentos salariales estaban por debajo de la inflación, decidió dar marcha atrás debido a la solicitud del Presidente y a la situación económica del país. Destacó la necesidad de que la clase política acompañe los esfuerzos del pueblo argentino, incluso a expensas de sus propios beneficios económicos.

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