El histórico defensor alemán Franz Beckenbauer falleció, este lunes, a los 78 años de edad tras luchar los últimos meses contra una enfermedad que lo había tenido fuera de la vida pública.

El mundo del fútbol se vistió de luto este lunes con la noticia del fallecimiento de la leyenda del fútbol mundial Franz Beckenbauer, alemán campeón del mundo en 1974 como jugador y en 1990 como entrenador venciendo en la final a Argentina en el Stadio Olímpico de Roma, Italia.

Tras luchar los últimos meses contra una enfermedad y, sumado a las acusaciones por presuntas irregularidades para que Alemania sea sede del Mundial de 2006, el “Kaiser” se había alejado de la vida pública hace rato y, este lunes, falleció a los 78 años de edad.

En un comunicado, la familia del defensor informó el deceso: “Con profunda tristeza anunciamos que mi esposo y nuestro padre, Franz Beckenbauer, falleció pacíficamente mientras dormía ayer domingo, rodeado de su familia. Les pedimos que puedan llorar en silencio y abstenerse de hacer preguntas”.

Nacido el 11 de septiembre de 1945 en Múnich, Franz Beckenbauer jugó en el Bayern, el club de su ciudad, donde estuvo 13 años ganando una gran cantidad de trofeos incluidos dos Balones de Oro en 1972 y 1976. A pesar de su gran estadía en la institución de Baviera, el defensor terminó convirtiéndose en leyenda del fútbol mundial por lo hecho en la selección de Alemania Occidental donde ganó la Copa del Mundo de 1974 ante Holanda en Berlín.

En 1977, el futbolista dejó el equipo alemán para pasar a jugar en el New York Cosmos de Estados Unidos, algo impensado para la época y que fue novedoso ya que, junto a Beckenbauer, llegaron astros como los brasileños Carlos Alberto y Pelé, el neerlandés Johan Neeskens y, por un par de amistosos, Johann Cruyff.

Luego de un paso de dos años por el Hamburgo alemán, el defensor volvió al equipo neoyorquino para retirarse definitivamente de la actividad profesional en 1983. Un año después, Franz Beckenbauer tomó la dirección técnica de la selección de Alemania donde salió subcampeón en el Mundial de México 1986 perdiendo 3-2 la final con Argentina pero tuvo revancha, cuatro años después, en la edición de Italia 1990 donde venció 1-0 a la “Albiceleste” y les dio la tercera Copa del Mundo a los alemanes.