A4-AR – En un lapso de menos de cuatro años, dos pilotos de la Fuerza Aérea Argentina han perdido la vida durante ejercicios aéreos con aviones A-4AR, generando preocupación y dudas sobre la seguridad de estos sistemas de armas.

El 5 de agosto de 2020, el capitán Gonzalo Britos Venturini, de la V Brigada Aérea de Villa Reynolds, sufrió un trágico accidente mientras realizaba un vuelo de entrenamiento en el sur de la provincia de Córdoba. El avión de combate Lockheed Martin A-4AR C-295 que pilotaba presentó desperfectos, obligando al capitán Venturini a eyectarse. Sin embargo, el piloto fue hallado sin vida cerca del lugar de la eyección por personal de Búsqueda y Rescate de la V Brigada Aérea. La aeronave se estrelló en un campo de la localidad de Villa Valeria, en el límite con San Luis.

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Este lunes, Testa La Rosa, un piloto de 35 años, falleció tras un accidente aéreo en Villa Reynolds durante una fase de adiestramiento nocturno con el Sistema de Armas A-4AR Fightinghawk. Con el grado de capitán, La Rosa era jefe de Escuadrilla, instructor e inspector, y contaba con una amplia experiencia en su especialidad. Según los primeros datos, la falta de altura no le habría dado tiempo a resolver la situación, y se especula que una falla de motor pudo haber ocurrido en la fase de despegue de la aeronave, uno de los momentos más críticos para estos aviones.

La vicepresidenta Victoria Villarruel utilizó las redes sociales para expresar su acompañamiento a los familiares del integrante de la fuerza. Estos incidentes han generado interrogantes en la sociedad y entre los camaradas, poniendo en duda la seguridad de los sistemas de armas de las Fuerzas Armadas Argentinas.

Las investigaciones sobre estos accidentes son cruciales para determinar las causas exactas y evitar futuras tragedias.

Mientras tanto, la Fuerza Aérea y la sociedad argentina lamentan la pérdida de dos valientes pilotos que dedicaron su vida a la defensa del país.