
En lo que parecía ser una familia feliz y ejemplar en España, se ocultaba un secreto aterrador que sacudió a toda la nación. Rosario Porto y Alfonso Basterra, un matrimonio que no podía concebir hijos biológicos, optaron por la adopción y viajaron a China en busca de una niña a la que llamaron Asunta. Sin embargo, detrás de la apariencia de amor y armonía se escondía un oscuro plan que culminó en el trágico asesinato de la niña.
La historia de Asunta comenzó con la esperanza de una nueva familia. Rosario, una abogada respetada en Santiago de Compostela, y Alfonso, un periodista de economía, anhelaban tener un hijo, pero al descubrir que no podían concebir, optaron por la adopción. En 2001, viajaron a China y encontraron a Asunta, una niña de nueve meses que se convirtió en el centro de su vida.
Asunta creció siendo una niña ejemplar, brillante y talentosa, pero su vida dio un giro oscuro cuando comenzó a experimentar extraños sucesos. Su madre, Rosario, le suministraba un polvo blanco que la hacía dormir durante días, y en una ocasión, fue atacada por un hombre encapuchado en su habitación.
El 22 de septiembre de 2013, el cuerpo de Asunta fue encontrado en un terraplén en Galicia, y sus padres, quienes habían denunciado su desaparición horas antes, fueron señalados como los principales sospechosos. Las investigaciones revelaron un plan elaborado por Rosario y Alfonso para deshacerse de su hija, que culminó en una cena familiar donde le suministraron una dosis letal de medicamentos y la asfixiaron.
A pesar de sus declaraciones de inocencia, Rosario y Alfonso fueron condenados a 18 años de prisión, ella como autora material del crimen y él como cómplice. Mientras Alfonso continúa cumpliendo su condena, Rosario cayó en depresión y se suicidó en la cárcel en 2020, manteniendo su declaración de inocencia hasta el final.