Desde que el Banco Central anunció la liberación de las tasas mínimas de interés, los bancos han ajustado a la baja las tasas ofrecidas en los plazos fijos. Esta medida, que busca adaptar el negocio bancario al nuevo contexto económico, ha generado una competencia entre las entidades financieras por ofrecer las mejores condiciones a los ahorristas.

La reducción de las tasas de interés en los plazos fijos ha sido significativa, con una disminución de más de 40 puntos en solo unos días. Esto ha llevado a que la mayoría de los bancos comerciales ajusten sus tasas alrededor del 70%, lo que implica una tasa real negativa para los ahorristas, que pierden poder adquisitivo frente a la inflación.

A pesar de esta tendencia a la baja, algunos bancos ofrecen tasas ligeramente más altas que otros, lo que puede representar una oportunidad para los ahorristas en busca de mejores rendimientos. Sin embargo, en general, la competencia por ofrecer las mejores condiciones en plazos fijos continúa en un contexto de tasas de interés en descenso.