Este fin de semana, la firma villamercedina que se dedica al envasado y tratamiento del agua desde hace más de dos décadas, vivió una velada única en uno de los salones de ceremonias del Epic Hotel.
Junto a familiares, amigos y compañeros de trabajo, compartieron un último encuentro con quien se sumó a la empresa en sus inicios y, desde entonces, supo llevar adelante su misión con respeto y pasión, dos características que describen a todo el equipo de DLG.
Marcelo Sibona, quien está al frente de la firma, entregó un particular presente que “representa, simbólicamente, lo que significó su rol en la empresa todos estos años; un ladrillo fundamental en la creación de esta nueva filosofía de trabajo”, señaló.
Con un fuerte abrazo, la familia de DLG le deseó los mejores deseos a Rubén en esta nueva etapa.