Este último fin de semana, las autoridades de San Luis desarticularon una fiesta clandestina en el barrio 123 Viviendas, con más de 300 personas. El evento, que se promocionaba sin ningún tipo de autorización, cobró entradas a un valor de $3500 por persona.
El Juzgado de Faltas, junto con la Municipalidad y la Policía provincial, intervino para detener el evento. El juez de Faltas, Alejandro Ferrari, declaró que la fiesta fue desactivada y se labraron las actas correspondientes. “Este evento no contaba con ningún tipo de autorización ni habilitación municipal”, afirmó Ferrari, y confirmó que el responsable del evento enfrentará una multa económica por el incumplimiento.
Ferrari subrayó que realizar un evento de esta magnitud en una vivienda particular es ilegal y potencialmente peligroso. “Se entiende que alguien está realizando este tipo de negocios desde el desconocimiento o la mala fe, pero hay que aclarar que en una casa particular no se puede realizar una fiesta de esa magnitud”, comentó. Añadió que incluso los lugares habilitados deben obtener una autorización especial para organizar eventos de este tipo, con el fin de asegurar que no se venda alcohol a menores de 18 años.
El juez concluyó enfatizando la responsabilidad del dueño de la casa en estos casos. “El dueño de la casa debe tener la precaución de que no se pueden realizar este tipo de fiestas en una vivienda”, finalizó. En el lugar del evento se encontró una gran cantidad de bebidas alcohólicas, lo que agrava la situación.