En una audiencia presidida por el Juez Alfredo Cuello, se ordenó la prisión preventiva de Amado Reimundo Díaz por un período de cuatro meses, tras presentarse nuevas pruebas en el caso del asesinato de Anahí Robledo Yuvero.
El juez de Garantía Nº 1 también dictaminó el traslado del imputado al Servicio Penitenciario Provincial y modificó la imputación inicial a homicidio triplemente calificado por alevosía, ensañamiento y venganza transversal, conforme a los Arts. 80 inc. 2 y 12 del Código Penal Argentino.
El informe de la autopsia, presentado en la audiencia, reveló que la causa de muerte de Anahí fue un shock hipovolémico debido a una doble herida de arma blanca que perforó su pulmón. En total, la víctima recibió 25 cortes, aunque solo dos fueron mortales. Se cree que Anahí estaba dormida cuando fue atacada, aunque su muerte ocurrió en un área adyacente a su cama.
La Fiscalía, representada por el fiscal de Instrucción Nº 4, Leandro Estrada, y las fiscales adjuntas Laura Parisi y Gisela Milstein, aportaron pruebas contundentes contra Díaz. Entre ellas, se destaca que todas las heridas estaban en el lado derecho del cuerpo de Anahí, indicando que el agresor era zurdo, una característica que coincide con Díaz. Además, no se encontraron signos de entrada forzada en la vivienda, lo que sugiere que el homicida pudo haber utilizado una llave obtenida durante una relación con la madre de la víctima.
El análisis de las cámaras de seguridad fue crucial en la investigación, mostrando a Díaz entrando y saliendo del lugar del crimen. Además, las manchas de sangre encontradas en una campera secuestrada a Díaz coincidieron con el grupo sanguíneo de la víctima, reforzando la acusación.
La madre de Anahí, junto con otros testigos, describieron un patrón de comportamiento controlante y celoso por parte de Díaz hacia la madre de la víctima. Estos testimonios apoyaron la teoría de la Fiscalía sobre un posible móvil de venganza transversal.
En su defensa, el abogado Bautista Rivadera argumentó la “imposibilidad fáctica” de que Díaz fuera el autor del crimen. Presentó registros de cámaras de seguridad y tickets de transacciones realizadas por Díaz, incluyendo una extracción bancaria y la carga de combustible, para demostrar sus movimientos el día del asesinato. Sin embargo, estos argumentos no fueron suficientes para persuadir al juez de su inocencia.
Durante la audiencia, Díaz pidió declarar, insistiendo en su inocencia y subrayando que quería esclarecer los hechos por el bien de su hija. Sin embargo, el juez Cuello consideró “necesario y razonable” dictar la medida de coerción, dado el riesgo de entorpecimiento de la investigación y la conducta previa del imputado en relación a la madre de la víctima.
La querella, representada por las abogadas María Laura Rodríguez y Viviana Salinas, respaldó la decisión del juez, mientras que la Fiscalía sigue trabajando para consolidar su caso contra Díaz, quien ahora enfrenta cargos por un homicidio de extrema gravedad y crueldad.