
Por César Albarracín
En medio del paquete de leyes a derogar que se encuentran dentro de la “Ley Ómnibus”, se encuentran las que sostienen el INAMU, el INCAA, el INT, y el FNA. La razón más clara que el gobierno de Milei dice es tan simple que la entiende cualquiera: No hay plata. Es tan sencilla que todo el mundo lo cree, y surgen las explicaciones del tipo “eso no es prioridad”, “estaba lleno de kirchneristas acomodados”. Una nota en apoyo a la cultura tiene el destino que seguro tendrá esta: la catarata de haters enojados atacando a la cultura.
A todos esos que atacan enojados, les sugiero que se acomoden y se tomen el tiempo de leer la nota hasta al final.
Antes que nada, permítanme decirles que los entiendo. Entiendo las prioridades, entiendo la falta de seguridad, la heladera vacía, la falta de insumos en la salud, la corrupción de muchos gobiernos. Lo entiendo todo, y lo sufro como ustedes. Pero lamento decirles que esta medida no soluciona nada de eso, y es más, la empeora. Como el entramado es difícil al hablar de cuestiones legales, lo voy a explicar en criollo, con un ejemplo:
Supóngase que usted vive en una casa bonita en un barrio por el que transitan muchas personas, y su Garage da a la calle con más vista, y alguien le dice que, ya que tiene mucho espacio, puede guardar el auto en otro lado, y usar el lugar para poner un negocio. A usted le parece buena idea, siempre y cuando lo que reciba le sirva para pagar la cochera y le deje ganancia. Ahora viene su hijo más chico, y le dice que tiene un amigo popular que le presentó a todos los chicos de la plaza, y quiere poner un negocio. Usted saca el auto y comienza a pagar la cochera, entonces su hijo cae con su amigo, y ahí se entera que la idea de su hijo es regalarle el Garage al chico de la plaza, no alquilarle.
Ahora que seguramente entendió y se puso en el lugar del dueño del Garage, lo traduzco. Para transmitir en nuestro país, para usar nuestro aire, sea la empresa que sea, tiene que pagar. Eso que paga, tomando en cuenta que muchas veces transmite producciones locales, y vende publicidad a precios bastante altos, se reutiliza para el fomento de la producción local. Existe un ente que se llama ENACOM, donde se paga, y automáticamente y por ley, los fondos van al instituto de la música, del teatro, del cine, el fondo nacional de las artes, y las bibliotecas populares. Cada una de esas instituciones tiene una organización para distribuir esos fondos, bastante federal, que no viene al caso explicar ahora. Entonces, ¿usa el aire argentino?, pague, y con esa plata se fomenta la producción local, y esa plata termina en los comercios argentinos, porque los artistas también comemos, nos vestimos, tenemos hijos, pagamos transportes, como en cualquier otra profesión.
Ahora vamos a la otra parte de la metáfora, el presidente de la nación tuvo en campaña un par de favores de Elon Musk, que lo presentó al mundo. Por si alguien no lo sabe, los tweets de los famosos no son gratis. Elon Musk tiene una empresa de servicio de internet que se llama Starlink, que desde hace varios años está realizando acuerdos para entrar en nuestro país, y dicen que anda bastante bien. Starlink debería pagar el aire para trabajar aquí, pero no, su amigo saca una ley para que esa empresa no pague, y en el medio hay unas cuantas más que también van a salir beneficiadas. Ahora, ¿y que va a pasar con ese dinero que no pagan? ¿A donde va a ir? Pues, ¡a ningún lado!. Starlink y otros pondrán algunos locales comerciales, pero de ninguna manera alcanzará a cubrir la cantidad de puestos de trabajo que directa o indirectamente generan las industrias culturales. No hay forma. El profe de teatro que consiguió apoyo para una obra no va a gastar la plata en el negocio de la esquina, porque no la tendrá más. La plata se saca de circulación.
No va a faltar el que diga que tienen que hacer espectáculos más “para la gente”… ¡imagínese usted el desarrollo cerebral de un pueblo que solo mira obras teatrales con concheros, hueveros, colas al aire, como las obras que hace la primera dama que ojalá algo la inspire a recordarle a su marido que viene del palo de la cultura!.
Calculo yo, quiero creer, que el presidente no está enterado de cómo funcionan los organismos. Se ha quedado con las notas de prensa hablando sobre Andrea del Boca y su presunta novela cuyo presupuesto, si la memoria no me engaña salía a través del ministerio de planificación federal, y utilizaron y ensuciaron al INCAA con las tareas administrativas. Pero de escuchar alguna entrevista de él, me doy cuenta que no sabe absolutamente nada del tema, nada en la ignorancia, y de leer la ley ómnibus, el que haya redactado es también un ignorante que usaba ChatGPT(como me dijo un amigo), o alguien con mucha malicia.
Como sea, la respuesta al título de esta nota es simple: 0… nada… no gana nada el gobierno… pierde plata el pueblo… solo pareciera ser un favor que el señor presidente le devuelve a algunos empresarios… Quizás en su ignorancia, cree que esto es bueno, pero de buenas voluntades está empedrado el camino al infierno.