El expresidente de la Nación, Alberto Fernández, reflexionó sobre uno de los momentos más controvertidos de su mandato: la fiesta de Olivos, celebrada durante la cuarentena estricta por la pandemia de COVID-19. En una reciente entrevista, Fernández admitió que el evento “fue un error” y que “no debió haber existido”. Asimismo, señaló que “entraron más de 100 personas” ese día, lo que incrementó la magnitud del problema.

Fernández reconoció su equivocación y subrayó: “Es cierto que no lo percibí en el momento, me equivoqué”. Además, destacó su disposición a enfrentar las consecuencias legales de sus acciones: “Me sometí totalmente a la Justicia, ¿Cuántos lo hicieron?”. Relató que cumplió con las exigencias judiciales para reparar el daño causado, conforme a lo estipulado en el Código Penal.

En el contexto político actual, el exmandatario analizó la situación del Partido Justicialista y la llegada de Javier Milei al poder. Fernández insistió en la necesidad de un debate sincero dentro del peronismo, aunque cuestionó si dicho debate debe ser público. “Cuando nosotros empezamos a hablar de lo que pasó, nos recriminamos cosas. Y la verdad es que hoy no somos el problema, el problema es Milei”, afirmó.