El año pasado fue abusada varias veces por un amigo de sus padres. Los ultrajes eran cada vez peores, empezaron con manoseos y terminaron con violaciones que marcaron su cuerpo para siempre. Tuvo que convivir y hasta compartir su dormitorio con su abusador durante meses. Este año, ella intentó suicidarse un par de veces. Él fue imputado, pero jamás estuvo tras las rejas y un fiscal de Villa Mercedes pidió que, llegado el momento, sea condenado a nueve años de prisión.
El fiscal instructor Maximiliano Bazla imputó al hombre de 25 años por “Abuso sexual simple en concurso real con abuso sexual con acceso carnal”. Los abogados de la familia de la víctima, Nancy Calzavara y Gustavo Correa, consideran que la acusación debería ser por un delito más gravoso, por “Abuso sexual reiterado en concurso real con abuso sexual con acceso carnal” en dos hechos y piden 20 años de cárcel.Los ultrajes ocurrieron a lo largo de la primera mitad de 2023, cuando el imputado llegó con su pareja hasta lo de la víctima. Era amigo de los padres de la nena y ellos le permitieron que se hospedara allí, y también que realizara algunos trabajos, en vista de que no pasaba un buen momento económico, necesitaba dónde quedarse y trabajar urgentemente.
En septiembre, el joven y su novia se fueron de ahí y no volvieron. A su vez, la víctima, quien apenas había cumplido 13 años, comenzó a exteriorizar lo que padecía por dentro. Los primeros en notarlo fueron los docentes de su escuela y luego sus padres.
Contó que el huésped que vivió unos seis meses en su casa abusó de ella varias veces y la violó en dos oportunidades. Sucedía, por lo general, cuando todos en el domicilio dormían.
Un examen ginecológico confirmó que había signos de abuso sexual en su cuerpo. En paralelo, la chica empezó un tratamiento psicológico y psiquiátrico que continúa hasta el día de hoy.
Sus abogados pidieron en diversas oportunidades que el acusado fuera encarcelado, pero no le concedieron la prisión preventiva. El hombre hasta se dio el lujo de reclamarles a los padres de la víctima que les devolvieran las prendas y algunas pertenencias que dejó en su casa, cuando decidió partir.